Auditoria energética.

Auditoria energética.

¿Serán las grandes empresas capaces de realizar la auditoria energética obligatoria en el plazo y con las condiciones que exige el Real Decreto 56/2016? El Ministerio de Industria estima que esta medida afecta a 3.800 compañías con más de 250 trabajadores o aquellas que cuentan con menos empleados, pero su volumen de negocios anual excede de 50 millones de euros o tienen un balance general al año de más de 43 millones.
 

¿Qué establece la ley?

El pasado 12 de febrero de 2016 se aprobó el Real Decreto 56/2016 para trasponer la directiva Directiva 2012/27/UE; una medida encaminada a “impulsar el ahorro y la eficiencia energética contribuyendo de manera decisiva a alcanzar los objetivos de la Unión Europea”, según el Ministerio de Industria.

Para adaptarse a la nueva norma, aquellas compañías que no cuenten con un sistema de gestión energético/ambiental –certificado por un organismo independiente que incluya una auditoria energética conforme a las directrices del Real Decreto–, deberán someterse a una auditoria energética antes del 14 de noviembre de 2016.

 

¿Quiénes están obligados a realizar una auditoria energética obligatoria?

Las empresas que deben realizar una auditoria energética obligatoria son aquellas que cumplan al menos dos ejercicios consecutivos con la condición de gran empresa, es decir, que “ocupen al menos a 250 personas o las que, aun sin cumplir dicho requisito, tengan un volumen de negocio que exceda de 50 millones de euros y, a la par, un balance general que exceda de 43 millones de euros”. También es obligatorio para los grupos de sociedades, definidos según lo establecido en el artículo 42 del Código de Comercio.

Quedan excluidas del ámbito de aplicación las microempresas, y pequeñas y medianas empresas (PYMES); no así las empresas públicas, universidades u otros servicios con fines lucrativos, como tampoco los centros de trabajo temporal.

 
¿Qué aspectos debe analizar la auditoría?

La auditoria energética obligatoria de la empresa debe cubrir, al menos, “el 85 por ciento del consumo total de energía final del conjunto de las instalaciones ubicadas en el territorio nacional”.
 

Para realizar una auditoría energética, ¿con qué tipo de profesionales se debe contactar?

Una auditoria energética válida debe ser realizada por un profesional cualificado. Según la normativa, las compañías podrán contratar a auditores energéticos externos debidamente cualificados. Aunque, si lo prefieren, también pueden optar por realizar la auditoria con técnicos cualificados de la propia empresa, “siempre que no tengan relación directa con las actividades auditadas y pertenezcan a un departamento de control interno”.


¿Cuánto cuesta realizar una auditoría energética obligatoria?

Dado que cada compañía tiene unas características únicas, el coste variará ya que las auditorias energéticas deberán adaptarse a la configuración propia de cada organización. Lo normal es que con la implantación de algunas de las medidas energéticas recomendadas, el coste de la auditoria se vea más que compensado y amortizado.

Sin embargo, no solo hay que pensar en los costes sino también en los beneficios. Tras realizar una auditoria energética obligatoria, la empresa será más consciente de cómo puede mejorar su consumo energético y evitar el derroche de energía. Hay que tener en cuenta que el coste energético supone una importante partida presupuestaria para las empresas y, reducirlo, contribuye a mejorar la competitividad de las organizaciones.

Cuando las compañías observen que el ahorro energético que pueden alcanzar les beneficia económicamente y les ayuda a ser más competitivas es probable que muchas de las medidas sugeridas en la auditoria energética se pongan en marcha.


Empresa y auditoria energética: aspectos a mejorar.

En una empresa que se somete a una auditoria es fundamental analizar cuál es la gestión energética que se realiza en sus instalaciones. Se analizan datos para conocer cuál es el consumo energético que se realiza para satisfacer los productos/servicios y prestaciones que la compañía necesita para funcionar.

Entre los principales elementos que la empresa somete a examen en la auditoria energética destacan el consumo eléctrico, el nivel de aislamiento térmico de los edificios, su sistema de iluminación y si es eficiente, qué tipo de sistemas de climatización disponen, si se dispone de sistemas de regulación y control, si se han integrado energías renovables…

Tras un análisis extenso de todos los elementos, se puede elaborar una ‘radiografía’ de cuál es el nivel de eficiencia energética de las instalaciones y se pueden elaborar las recomendaciones oportunas para mejorarlo.


Beneficios de asesorarse a través de una empresa de servicios energéticos.

Tras la realización de la auditoria energética, para poner en marcha las medidas sugeridas lo mejor es ponerse en manos de profesionales de probada experiencia y solvencia en el sector.

Contar con la experiencia de empresas de servicios energéticos (ESEs) supone un plus de garantía para las compañías ya que las ESEs se ocupan de conseguir los objetivos de ahorros y de garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones, comprometiéndose a cobrar solo los precios pactados, cueste lo que cueste proporcionar el servicio. Su cuenta de resultados depende de lograr la mayor eficiencia energética de las instalaciones.



 

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